5.2. ¿Es posible recuperar la fertilidad después del cáncer?

 

Como mencionamos anteriormente, hay muchos aspectos que influyen en la forma en que la fertilidad se ve afectada. Entre ellos, la edad en el momento del tratamiento y, en el caso de las mujeres, si este se llevó a cabo cuando la paciente aún no había llegado a la menopausia. En este sentido, a mayor edad, más riesgo de fallo ovárico precoz. Sin embargo, es importante diferenciar entre menstruación y fertilidad, ya que volver a tener la regla no implica necesariamente ser fértil de nuevo.

Uno de los efectos secundarios de la quimioterapia en las mujeres (y también de la hormonoterapia, en el caso de tumores hormonodependientes tratados con tamoxifeno) es la amenorrea, es decir, el cese de la función menstrual. Generalmente, a los dos o tres meses de finalizar dichos tratamientos la paciente recupera su menstruación. El 90 por ciento de las mujeres menores de 35 años vuelve a tener la regla, algo que solo ocurre en el 20 por ciento de las mayores de 40 años. Como hemos dicho, este hecho no es sinónimo de recuperación de la fertilidad y, por tanto, en cualquier momento, puedes acudir a tu ginecólogo para que evalúe tu capacidad reproductiva.

Volver a tener la regla no implica necesariamente ser fértil de nuevo

La evaluación de la fertilidad se realiza de dos formas distintas: mediante ecografía, haciendo un recuento de folículos antrales (a mayor número, más capacidad reproductiva), y a través de la valoración de ciertas hormonas en sangre en el tercer día de la regla. Los especialistas medirán tres componentes hormonales: FSH, estradiol y hormona antimulleriana (AMH), en caso de menstruaciones espontáneas, o únicamente la AMH si aún no tienes regla. Los resultados permitirán valorar la reserva ovárica y establecer un pronóstico reproductivo.

En los hombres, los efectos negativos de la quimioterapia y la radioterapia se mantienen durante más tiempo que en las mujeres y dependen del tipo de cáncer y, especialmente, de la dosis total y la duración del tratamiento. Con las terapias actuales, la recuperación suele iniciarse entre los tres y los seis meses desde su finalización. Después del primer año, entre el 60 y el 80 por ciento de los hombres se recuperan. Aún así, existe una enorme variabilidad en los daños causados, lo que hace muy difícil predecir la capacidad fértil de un varón después de los tratamientos. Algunos recuperarán la fertilidad, mientras que en otros (entre un 15 y un 30 por ciento) no se restablecerá la producción de espermatozoides, o incluso, a pesar de recuperarse esa producción, no lo hará su funcionalidad. Por ello, los especialistas recomiendan esperar, al menos, doce meses para comenzar a realizar estudios. Entre ellos, se encuentran los seminogramas, que evalúan la calidad seminal en el eyaculado determinando la concentración, la movilidad y la morfología de los espermatozoides. Además, si has recibido radioterapia, es posible que te recomienden un estudio de integridad del ADN espermático.

 

SIN COMPLICACIONES EN EL EMBARAZO

Muchas parejas tienen cierto temor a que los tratamientos oncológicos puedan afectar de alguna manera a la futura gestación o al bebé. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que no hay un riesgo de mortalidad ni de alteraciones genéticas o malformaciones asociados a las terapias empleadas en el manejo del cáncer. Por otro lado, en algunas investigaciones se hace referencia a un aumento de la incidencia de partos prematuros y bajo peso al nacer, dos parámetros que los especialistas controlan de manera rutinaria en el seguimiento médico propio del embarazo.

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